INGREDIENTES:
2 yogures naturales
2 medidas de aceite de girasol
5 medidas de azúcar
6 medidas de harina
2 sobres de vainilla azucarada
2 sobres de levadura
10 huevos
Para la cobertura:
300 grs de chocolate de cobertura
300 ml de nata
150 grs de mantequilla
Para el almíbar:
200 gr de azúcar
200 ml de agua
1 sobre de azúcar avainillado
Para el relleno:
Un bote de crema de cacao, ya sea Nutella, Nocilla o marcas tipo Hacendado, o cualquiera otra que nos guste.
Para la decoración:
Caramelos de colores alargaditos para imitar las rayas de la carretera.
Filipinos de chocolate blanco para las ruedas de los laterales.
ELABORACIÓN:
En un recipiente hondo, pondremos primero los yogures, los huevos, el aceite y los azúcares y mezclaremos bien. A continuación añadiremos la harina y la levadura y mezclaremos hasta que no tenga grumos. Horneamos a 180º durante unos 40 minutos más o menos y reservamos. Aconsejo que tapemos con un poco de papel de aluminio y que a la media hora (nunca antes) lo quitemos. Esto evitará que se nos queme por arriba, ya que este bizcocho tarda algo más de media hora en hacerse.
Una vez frío, lo igualamos por la parte superior, de manera que nos quede la superficie lo más lisa posible. Una vez alineada cortamos el bizcocho por la mitad y ponemos en la mesa de trabajo.
Hacemos el almíbar poniendo en una cacerola los azúcares y el agua a calentar, sin dejar de remover, durante unos diez minutos a fuego medio, con cuidado de que no se nos haga caramelo. Si vemos que al enfriar queda demasiado espeso, añadiremos un poco de agua hasta obtener un almíbar más líquido. Una vez enfriado, bañamos generosamente las dos mitades y a continuación untamos con el relleno de chocolate.
Montamos las capas y a continuación, con un molde hecho por mis ayudantes más queridos ( mi hijo Sergio hizo el dibujo en el ordenador y mi marido lo imprimió y recortó ) recortamos para hacer la forma deseada.
Hacemos la cobertura de chocolate : primero rallamos el chocolate mientras ponemos a cocer la nata; cuando la nata esté caliente, la añadimos al chocolate y mezclamos; cuando la mezcla esté homogénea le añadimos la mantequilla a trocitos para que se deshaga. Una vez hecha la cobertura, ponemos la tarta sobre una rejilla y vamos echando el chocolate por encima repartiéndolo por todo el contorno dejando que caiga y sin tocar. Dejamos enfriar y decoramos.
La verdad, es que mi hijo estaba encantado con la tarta, y tan contento que vale la pena el esfuerzo....